Sillas de oficina y prevención de riesgos laborales

En fecha 05/November/2018

Si trabajamos en una oficina, hay que procurar que las sillas sean las adecuadas para que su uso no pase factura a nivel físico. Adquirir una buena silla es una inversión a largo plazo que repercutirá positivamente en nuestra calidad de vida.

Aunque nos pese, no podemos obviar que, si trabajamos en una oficina, pasamos gran parte de la jornada laboral sentados en una silla. La cuestión es que esto no nos pase factura a nivel físico. Del mismo modo que en los gimnasios o instalaciones deportivas se instalan taquillas para vestuarios baratas de calidad y que protejan lo que hay en su interior, en la oficina hay que colocar sillas que protejan nuestra espada.

Lo primero que queremos dejar claro es que una buena silla es una inversión a largo plazo que repercutirá positivamente en nuestra calidad de vida. Según la Agencia Europea para la Salud y la Seguridad en el Trabajo, más de la tercera parte de los trabajadores padece dolores de espalda. Esta es de hecho la segunda causa de consultas médicas y motiva gran parte de las bajas.

Por eso en Muebles Directo insistimos en que es fundamental saber escoger la silla adecuada. Sobre todo teniendo en cuenta que los empleados de oficinas suelen sufrir más complicaciones de espalda a partir de los 50 años, especialmente en la región lumbar. La ergonomía de una buena silla también influirá en el menor desgaste de las articulaciones y favorecerá la circulación sanguínea, algo estrechamente relacionado con la prevención de enfermedades cardiovasculares.

 

Consejos para hacer la elección acertada

1. Asiento con altura regulable

Clave para fijar la posición del torso respecto a la mesa de trabajo. Si la silla queda demasiado baja, pueden sufrirse tensiones en la zona lumbar. Si es demasiado alta, forzarás las vértebras y músculos de la parte dorsal y el trapecio. Como consecuencia, sufrirás dolores y contracturas y a largo plazo plazo protusiones y subluxaciones.

2. Superficie adecuada

La superficie de la silla de oficina ha de ser lo suficientemente ancha como para que podamos sentarnos de forma holgada en la parte central. Además, el frente debe estar ligeramente reclinado hacia abajo para que no oprima la parte posterior de las rodillas ni dificulte la circulación de las extremidades inferiores.

3. Apoyabrazos cómodos

Los brazos tienen que formar un ángulo de 90º. Deben permitir apoyar los codos y los antebrazos.