El orden en la oficina
Los cambios en el diseño de los escritorios son notables. En los despachos de los oficinistas de mediados del XIX, el clásico era ver el mobiliario de oficina caótico. Estaba lleno de recovecos y cajones para meter cartas, sobres, facturas y pilas de trabajo. Y lo que es más, la mesa podía cerrarse con llave, de manera que ningún jefe pudiera saber exactamente cuánta tarea estaba pendiente.
A principios del siglo XX, los expertos en eficacia, remodelaron la oficina para que fuera más limpia. Junto a las nuevas normas y controles que impusieron para asegurarse que cada tarea se completase con un mínimo nivel de jaleo y el máximo nivel de velocidad, impusieron lo que acabó por convertirse en la versión estándar del escritorio moderno y eficiente
Entonces hoy, ¿tener una oficina desordenado es un acto revolucionario?
NIKIL SAVAL El país